Mi estrella estrellada.
No digo que el amor
no es lo más importante,
pero saberte mía por un instante,
me ha hecho alucinar de mil maneras:
tus pasos al compás de mi escalera.
Y esta arritmia desata visiones por fuera de mi,
y un reclamo en mis pies en la tierra escapa de ti.
No digo que el dolor
a veces te alimente,
pero latir así, tan de repente
no cabe en la estrechez de un mismo cuerpo
y suene un poco a ayer crujir los huesos.
Y hoy mis ruinas están florecientes por dentro de ti,
y no soy de tu clase, un lenguaje que nunca entendí.
No digo que escapar
por la nube trasera
sea para no parar la vida entera.
Y aunque parezca que estoy distante
de objeto y dirección, yo voy a Marte.
Alineando mi estrella estrellada con más estrellas,
hoy de frente, te pongo en mi frente como una de ellas.
Atenas, 26 de mayo 2010.
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